• Jueves, 22 de diciembre de 2016

     

    Estas son las lágrimas de rabia que tengo dentro de mí. Trato de calmarme, para recuperar el aliento y lo miro a los ojos con una mirada llena de odio, el interrogatorio está abierto. Lo obligo a sentarse y eje I luces en su rostro mentiroso.
    Comienzo a hacer preguntas: "¿Dónde estabas cuando yo no estaba? "; "¿Por qué sonríes cuando me mientes? ". Espero las respuestas a mis preguntas, pero permanece congelado. Su aire ignorante y en silencio me hizo enojar. Dijo: "Mi querida, mi querida, cálmate! ". Se sigue buscando para mí. Ni siquiera las arreglo para soportar los apodos que me da. Viéndolo por las ramas, vengo directamente a los hechos: "¿Quién fue la mujer que vi contigo en la estación? ¿Está lo suficientemente estúpida que fuera con ella el día en que regresó a Francia? O para que usted era sólo una forma de hacerme entender sin decirme porque no eres lo suficientemente valiente? ". Desde el principio me contuve mis lágrimas, pero en ese momento no era lo suficientemente fuerte como para mantener ellos y me puse a llorar, lágrimas de rabia y desesperación. Sigue habiendo negar y empiezo a gritarle a admitirlo. Sigo a hacer muchas preguntas, pero no se atreve siquiera miro a mí o hablar conmigo. Me di cuenta rápidamente de que ahora no me habla así que abandone el diálogo y un paseo en París.
    Unas horas más tarde estaba en el parque, me preguntó a casarse y veo venir y sentarse en el mismo banco conmigo. Yo no miro y se pone a hablar a mí. Finalmente confiesa que esta mujer es. Fue hace 10 años, que había tenido una aventura con una mujer durante la noche, que no ha sabido nada de mujeres. Hay algunos meses esa mujer volvió después de mucha investigación. Mientras que yo no estaba allí, volvió a llamar para decirle algo. Ella tenía un niño de 9 años. Este niño nunca conoció a su padre porque su padre Antonio. Fue una sorpresa y me decidí a dejar unos días con mi madre en el sur. Quería regresar varias veces para ser perdonados y nunca me quería darle una segunda oportunidad, al menos no todavía. Me levanto en París y vi a esta mujer y este niño y tomó todos los casos había en nuestro apartamento y volé de regreso a España ...
     

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