Durante esos tres últimos días, antes del primer día de clase, seguí visitando esta maravillosa ciudad que es Roma, con sus famosos monumentos, ya no tiene casi nada desconocida para mí. También, no sólo me  he interesado a los monumentos pero también a las tiendas de lujo que participaban a la reputación de Roma. La última noche antes del inicio del curso escolar, me instalé sobre mi sofá con una infusión y empecé a leer la nueva novela que había comprado en una pequeña librería. Sin embargo, aunque mi libro me gustaba mucho me acosté temprano para estar en forma hoy. Esta mañana fue muy animada, estaba nerviosa para mi primer día de conocer a mis colegas. Llegué al colegio a las 8 de la mañana y hubo un desayuno organizado para que los profesores se encontraran. Conocí a mis colegas de historia y para mi gran sopresa no eran tan viejos. Había un hombre y dos mujeres que componían el equipo. El hombre era alto y musculoso, con un pequeno bigote y parecía muy simpático y agradable. Una de las mujeres medía casi 1m75, era gorda pero ella parecía muy estricta y nerviosa mientras que la otra era más joven, de piel morena, sonriente y baja. A las 10 de la mañana la reunión empezó para hablar de los proyectos del colegio para el año. Después, con algunos colegas fuimos a comer en un restaurante italiano. A las cuatro de la tarde volví a casa y empecé a preparar mis clases para mañana.